No hay felicidad completa en la 'U'. Las mieles de la Copa hoy se hicieron agridulces, luego que en Chiclayo Juan Aurich le quitara el liderazgo con gran actuación de 'un hombre de la casa': Mayer Candelo. El 2-0 tuvo mucho de justicia para un equipo que se presentó en el norte, 'a medio hacer'.
Reynoso decidió alinear solo a seis titulares del martes pasado ante Libertad, basado quizá en esa frase que en Ate los dirigentes con tono de veneración hacia el técnico repiten a modo de estribillo: "En la 'U', todos son del mismo nivel". Esta vez no lo pareció, los hinchas deben haber echado de menos a varios de los que tuvieron inexplicablemente descanso, pese a que en la semana próxima no hay Copa Libertadores para los cremas.
Entre los que se echaron de menos también estuvo Candelo, pese a que estaba en la cancha. La decisión de Reynoso de prescindir de un jugador talentoso al que los dirigentes le tienen que seguir pagando parte de su sueldo, siempre será tan cuestionable como extraña, así Universitario saliese campeón de la Libertadores. Candelo evidenció su jerarquía como la demostraría asi jugara en el Bolognesi o en el América Cochahauyco.
Fue otro colombiano, Edinson Chará, quien a los 30' puso el 1-0 luego de destaparse por izquierda. Villamarín, improvisado como lateral derecho, no estaba en ninguna parte y Galliquio, quien debía cerrar la zona, solo intentó hacerlo cuando la pelota ya estaba dentro del arco de Fernández ante el colocado disparo en diagonal y a segundo palo del delantero. La 'U' estaba frente a una desventaja justa, porque la línea posterior con Villamarín, Galliquio, Calderón y Quina lo erraba todo, hasta los laterales.
Por eso el 2-0 no era tampoco para abrir la boca de asombro. Candelo desde la izquierda, desierta otra vez, sacó un centro perfecto para la cabeza de Ibarra quien a los 36' con el tabique roto por un choque con Calderón quince minutos antes, de frentazo contra el piso 'clavara' a Fernández para con el rostro empapado en sangre festejar un gol más en su dilatada, sufrida y meritoria carrera deportiva. Con esos dos goles de desventaja, se acabó el partido, por más que Reynoso tratase de enmendar la displicencia con la que encaró el encuentro.
Si Landauri ante Cristal tuvo veinte minutos de iluminación divina, era complicado que cada partido se repita tal milagro por más domingo de resurrección que fuese. Igual fueron los casos de Labarthe, de Villamarín, de Calderón, sin olvidar a Novoa, mal llamado el Mascherano de Ate, una mentira que linda casi con lo delictivo. Y si la presencia de todos ellos generó más de un problema, pensar que en el complemento el inocuo Perillo podría ser solución, ya lindó con lo delirante.
Navarro encaró el encuentro con total seriedad. Aprovechó el evidente bajón, más anímico que físico, de Solano tras el bochorno de la eliminatoria para controlar el mediocampo en base al buen trabajo de La Rosa y Zegarra en la marca de un Espinoza que sí lució agotado, tal vez por ser el jugador que junto con Fernández tienen más minutos en la temporada 2009 de Universitario. Si hay un jugador que debió tomar descanso es el mexicano. Aurich encaró el encuentro con tres delanteros, aunque uno de ellos, Chará, tuvo una función de mediapunta, pero con permiso absoluto para atacar con criterio en los momentos propicios. En el complemento, aún con viento a favor, Universitario no creó una sola situación de riesgo en el arco de Delgado.
La felicidad no es completa, por ahora, en la 'U'. Si bien la Libertadores promete nuevas satisfacciones, sobre todo en cuanto a taquillas, en la liga local hay un equipo que no está para muchos remiendos. Oportunidad para que todos en Ate pongan los pies en tierra. La 'U' no es el Barza de Messi, ni mucho menos Reynoso es Ferguson.
Aunque escuchando a algunos dirigentes hablar de él, podría provocar hacerle un monumento al costado del de Lolo Fernández. Candelo, quizá para fortuna del propio Universitario, ha devuelto a varios a la realidad. Y en Semana Santa, donde reflexionar y rendir culto a la humildad, siempre es bueno.
Reynoso decidió alinear solo a seis titulares del martes pasado ante Libertad, basado quizá en esa frase que en Ate los dirigentes con tono de veneración hacia el técnico repiten a modo de estribillo: "En la 'U', todos son del mismo nivel". Esta vez no lo pareció, los hinchas deben haber echado de menos a varios de los que tuvieron inexplicablemente descanso, pese a que en la semana próxima no hay Copa Libertadores para los cremas.
Entre los que se echaron de menos también estuvo Candelo, pese a que estaba en la cancha. La decisión de Reynoso de prescindir de un jugador talentoso al que los dirigentes le tienen que seguir pagando parte de su sueldo, siempre será tan cuestionable como extraña, así Universitario saliese campeón de la Libertadores. Candelo evidenció su jerarquía como la demostraría asi jugara en el Bolognesi o en el América Cochahauyco.
Fue otro colombiano, Edinson Chará, quien a los 30' puso el 1-0 luego de destaparse por izquierda. Villamarín, improvisado como lateral derecho, no estaba en ninguna parte y Galliquio, quien debía cerrar la zona, solo intentó hacerlo cuando la pelota ya estaba dentro del arco de Fernández ante el colocado disparo en diagonal y a segundo palo del delantero. La 'U' estaba frente a una desventaja justa, porque la línea posterior con Villamarín, Galliquio, Calderón y Quina lo erraba todo, hasta los laterales.
¿Todos del mismo nivel?
Por eso el 2-0 no era tampoco para abrir la boca de asombro. Candelo desde la izquierda, desierta otra vez, sacó un centro perfecto para la cabeza de Ibarra quien a los 36' con el tabique roto por un choque con Calderón quince minutos antes, de frentazo contra el piso 'clavara' a Fernández para con el rostro empapado en sangre festejar un gol más en su dilatada, sufrida y meritoria carrera deportiva. Con esos dos goles de desventaja, se acabó el partido, por más que Reynoso tratase de enmendar la displicencia con la que encaró el encuentro.
Si Landauri ante Cristal tuvo veinte minutos de iluminación divina, era complicado que cada partido se repita tal milagro por más domingo de resurrección que fuese. Igual fueron los casos de Labarthe, de Villamarín, de Calderón, sin olvidar a Novoa, mal llamado el Mascherano de Ate, una mentira que linda casi con lo delictivo. Y si la presencia de todos ellos generó más de un problema, pensar que en el complemento el inocuo Perillo podría ser solución, ya lindó con lo delirante.
Navarro encaró el encuentro con total seriedad. Aprovechó el evidente bajón, más anímico que físico, de Solano tras el bochorno de la eliminatoria para controlar el mediocampo en base al buen trabajo de La Rosa y Zegarra en la marca de un Espinoza que sí lució agotado, tal vez por ser el jugador que junto con Fernández tienen más minutos en la temporada 2009 de Universitario. Si hay un jugador que debió tomar descanso es el mexicano. Aurich encaró el encuentro con tres delanteros, aunque uno de ellos, Chará, tuvo una función de mediapunta, pero con permiso absoluto para atacar con criterio en los momentos propicios. En el complemento, aún con viento a favor, Universitario no creó una sola situación de riesgo en el arco de Delgado.
La felicidad no es completa, por ahora, en la 'U'. Si bien la Libertadores promete nuevas satisfacciones, sobre todo en cuanto a taquillas, en la liga local hay un equipo que no está para muchos remiendos. Oportunidad para que todos en Ate pongan los pies en tierra. La 'U' no es el Barza de Messi, ni mucho menos Reynoso es Ferguson.
Aunque escuchando a algunos dirigentes hablar de él, podría provocar hacerle un monumento al costado del de Lolo Fernández. Candelo, quizá para fortuna del propio Universitario, ha devuelto a varios a la realidad. Y en Semana Santa, donde reflexionar y rendir culto a la humildad, siempre es bueno.
Ficha técnica
Juan Aurich: Delgado; Sánchez, Guadalupe, Álvarez, Gómez; La Rosa, Zegarra, Candelo; Advíncula, Chará, Ibarra.
DT: Franco Navarro.
Universitario: Fernández; Villamarín, Calderón, Galliquio, Quina; Novoa, Landauri, Espinoza, Solano; Orejuela, Labarthe.
DT: Juan Reynoso.
Goles: Chará a los 30', Ibarra a los 36' (JA)
Cambios: Espejo x Zegarra a los 67', Hernández x Ibarra a los 77', García x Candelo a los 87' (JA) Calheira x Orejuela a los 46', Perillo x Landauri a los 57' ('U').
Árbitro: Manuel Garay.
Escenario: Estadio Elías Aguirre.
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