"Quiero pedirle perdón a nuestra hinchada. Puedo afirmar que los jugadores están tristes, llorando. Tendremos que corregir muchas cosas para hacer que nuestro equipo vuelva a ganar", afirmó el entrenador, tras la derrota que calló a la hinchada de más de 60.000 aficionados brasileños que colmó el estadio Mineirao.
Batista admitió que sus pupilos cometieron algunos errores, principalmente después de anotar el primer gol del partido, y criticó la actuación del árbitro chileno Carlos Chandía, al que acusó de tomar decisiones perjudiciales para su equipo.
Sin embargo, admitió que la victoria argentina fue justa: "Uno podría criticar los errores del arbitraje, o apuntar las lesiones de algunos jugadores (como causa de la derrota). Pero Estudiantes fue inteligente, vivo. Además, hay que destacar el gran partido que realizó Verón, un jugador con mucha inteligencia táctica", afirmó.
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