Centenares de miles de barceloneses se lanzaron a las calles de la ciudad para dar un recibimiento multitudinario y caluroso a los jugadores del “Barza”, que volvían de Roma con la Copa de Europa en sus maletas, tras derrotar al Manchester United (2-0).
Los héroes de Roma empezaron su desfile desde las Atarazanas en un autocar con los colores “blaugranas”, ante una multitud que los esperaba a lo largo y ancho de la ciudad con banderas del club y catalanas.
“Campeones, campeones, oé, oé, oé”, “Barza, Barza y Barza”, “Copa, Liga y Champions”, fueron algunos de los lemas gritados por los “culés” al paso del autocar, que venía escoltado por otro, que llevaban una orquesta y jóvenes bailando.
Los jugadores aparecían con rostros felices, pero con evidentes signos de cansancio, no solo por haber disputado un partido la víspera sino por los festejos celebrados en el Trastevere romano hasta altas horas de la madrugada.
Emocionados, Iniesta, Etoo’o y Piqué, respondían a los saludos y gritos de una multitud enfervorizada que gritaba los nombres de los jugadores, mientras agitaban algunos banderines o bufandas.
Tras un largo recorrido por las principales arterias de la ciudad, el autobús se dirigirá hacia el estadio Camp Nou, donde los espera una serie de conciertos para celebrar con una auténtica fiesta de luz y color hasta medianoche.
El capitán, Carles Puyol, y el entrenador, Pep Guardiola, fueron los primeros en salir del avión que los trajo desde Roma, y posaron con la copa para los fotógrafos y los cámaras de televisión.
Los héroes de Roma empezaron su desfile desde las Atarazanas en un autocar con los colores “blaugranas”, ante una multitud que los esperaba a lo largo y ancho de la ciudad con banderas del club y catalanas.
“Campeones, campeones, oé, oé, oé”, “Barza, Barza y Barza”, “Copa, Liga y Champions”, fueron algunos de los lemas gritados por los “culés” al paso del autocar, que venía escoltado por otro, que llevaban una orquesta y jóvenes bailando.
Los jugadores aparecían con rostros felices, pero con evidentes signos de cansancio, no solo por haber disputado un partido la víspera sino por los festejos celebrados en el Trastevere romano hasta altas horas de la madrugada.
Emocionados, Iniesta, Etoo’o y Piqué, respondían a los saludos y gritos de una multitud enfervorizada que gritaba los nombres de los jugadores, mientras agitaban algunos banderines o bufandas.
Tras un largo recorrido por las principales arterias de la ciudad, el autobús se dirigirá hacia el estadio Camp Nou, donde los espera una serie de conciertos para celebrar con una auténtica fiesta de luz y color hasta medianoche.
El capitán, Carles Puyol, y el entrenador, Pep Guardiola, fueron los primeros en salir del avión que los trajo desde Roma, y posaron con la copa para los fotógrafos y los cámaras de televisión.
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