Con tres goles de Joaquín Botero (33', 54', 65') Marcelo Martins (11'), Alex Da Rosa (45') y Didi Torrico (87'), la selección boliviana apabulló 6-1 a Argentina, que había igualado de manera transitoria a través de Luis González a los 24 minutos. Una goleada histórica que los albicelestes no recibían desde 1958.
La selección boliviana jugó el mejor partido de su campaña en la eliminatoria sudamericana del Mundial Sudáfrica 2010 y le dio una lección de fútbol al poderoso equipo de Diego Armando Maradona y sus fulgurantes estrellas con una contundente goleada 6-1 que oxigena sus posibilidades de clasificación.
Bolivia fue otro equipo de aquel que sufrió una decepcionante derrota el pasado sábado en Colombia y en una memorable jornada estructuró un triunfo merecido con goles de Marcelo Martins, Joaquín Botero, en tres oportunidades, Alex da Rosa y Didí Torrico, jugadores que extrañamente no estuvieron en ese partido y que le cambiaron la cara al equipo de Erwin Sánchez.
El plantel boliviano arrinconó al once argentino desde el inicio del encuentro y sólo tuvo sobresaltos en contados arranques de la escuadra albiceleste: una genialidad de Messi en la primera etapa y algunos remates de media distancia de Maxi Rodríguez.
Los bolivianos arrancaron como una tromba decidido a hacer respetar su patio y a cortar la opciones de armarse a la letal ofensiva del equipo de Maradona y su corte.
En menos de cinco minutos generó tres jugadas fulminantes con posibilidades de abrir el marcador, primero con un sorprendente remate de media distancia de Alex da Rosa y después con dos cabezazos que rondaron el arco argentino, uno de Marcelo Martins y otro de Joaquín Botero, en una muestra de lo que ocurriría después, con imparables cargas ofensivas bolivianas ante un rival cauteloso y agazapado a la espera de algún error para lanzar un contragolpe mortífero.
Argentina intentó enfriar el partido apelando a la enorme experiencia de Gago y Rodríguez, especialistas en dosificar el fútbol y esperando abrir espacios en la defensa para una genialidad de Messi o de Tevez, que aparecieron a cuenta gotas.
La historia de la contundente victoria comenzó a escribirse a los 11 minutos de la primera etapa en una guapeada de Ronald García que robó un balón cerca del aérea argentina para posibilitar un centro y la puntada final de Martins que rompió el cero y abrió el camino para una producción ofensiva pocas veces vista en un equipo nacional.
Aunque Bolivia pasó un susto a los 24 minutos por un descuido defensivo que fue capitalizado por Lucho Gonzalez, con un remate imparable para el empate transitorio.
El quipo boliviano no bajó los brazos y poco a poco, como el agua que labra la piedra, destrozó el esquema defensivo del cuadro argentino.
A los 33 minutos Alex da Rosa fue trabado dentro del área en una falta incontrastable que fue sancionada con un tiro penal que Botero cambio por gol con un inatajable remate, que inició una cuota personal delirante, que se completó con dos dianas más para convertirse en incuestionable goleador de las eliminatorias sudamericanas.
El 3-1 fue anotado por Alex da Rosa a los 45 minutos de la primera etapa con una gran asistencia de Botero que se convirtió en la figura del partido.
En el segundo tiempo el equipo boliviano liquidó el partido frente a un desconocido plantel argentino que desorientado apeló, como lo hace muy pocas veces, a un juego brusco que terminó con la expulsión de Di María en una acción que agotó todos sus recursos futbolísticos.
Botero rubricó la imparable ofensiva boliviana con dos goles que pintaron de cuerpo entero su calidad a los 51 y 66 minutos.
Aunque sobre el final Didí Torrico le dio otra alegría a la enfervorizada tribuna para concretar una histórica goleada sobre el equipo de Maradona y su corte que llegó al estado Hernando Siles para ser el espectáculo del encuentro pero que terminó con la cabeza gacha y sin explicaciones para su desempeño.
La selección boliviana jugó el mejor partido de su campaña en la eliminatoria sudamericana del Mundial Sudáfrica 2010 y le dio una lección de fútbol al poderoso equipo de Diego Armando Maradona y sus fulgurantes estrellas con una contundente goleada 6-1 que oxigena sus posibilidades de clasificación.
Bolivia fue otro equipo de aquel que sufrió una decepcionante derrota el pasado sábado en Colombia y en una memorable jornada estructuró un triunfo merecido con goles de Marcelo Martins, Joaquín Botero, en tres oportunidades, Alex da Rosa y Didí Torrico, jugadores que extrañamente no estuvieron en ese partido y que le cambiaron la cara al equipo de Erwin Sánchez.
El plantel boliviano arrinconó al once argentino desde el inicio del encuentro y sólo tuvo sobresaltos en contados arranques de la escuadra albiceleste: una genialidad de Messi en la primera etapa y algunos remates de media distancia de Maxi Rodríguez.
Los bolivianos arrancaron como una tromba decidido a hacer respetar su patio y a cortar la opciones de armarse a la letal ofensiva del equipo de Maradona y su corte.
En menos de cinco minutos generó tres jugadas fulminantes con posibilidades de abrir el marcador, primero con un sorprendente remate de media distancia de Alex da Rosa y después con dos cabezazos que rondaron el arco argentino, uno de Marcelo Martins y otro de Joaquín Botero, en una muestra de lo que ocurriría después, con imparables cargas ofensivas bolivianas ante un rival cauteloso y agazapado a la espera de algún error para lanzar un contragolpe mortífero.
Argentina intentó enfriar el partido apelando a la enorme experiencia de Gago y Rodríguez, especialistas en dosificar el fútbol y esperando abrir espacios en la defensa para una genialidad de Messi o de Tevez, que aparecieron a cuenta gotas.
La historia de la contundente victoria comenzó a escribirse a los 11 minutos de la primera etapa en una guapeada de Ronald García que robó un balón cerca del aérea argentina para posibilitar un centro y la puntada final de Martins que rompió el cero y abrió el camino para una producción ofensiva pocas veces vista en un equipo nacional.
Aunque Bolivia pasó un susto a los 24 minutos por un descuido defensivo que fue capitalizado por Lucho Gonzalez, con un remate imparable para el empate transitorio.
El quipo boliviano no bajó los brazos y poco a poco, como el agua que labra la piedra, destrozó el esquema defensivo del cuadro argentino.
A los 33 minutos Alex da Rosa fue trabado dentro del área en una falta incontrastable que fue sancionada con un tiro penal que Botero cambio por gol con un inatajable remate, que inició una cuota personal delirante, que se completó con dos dianas más para convertirse en incuestionable goleador de las eliminatorias sudamericanas.
El 3-1 fue anotado por Alex da Rosa a los 45 minutos de la primera etapa con una gran asistencia de Botero que se convirtió en la figura del partido.
En el segundo tiempo el equipo boliviano liquidó el partido frente a un desconocido plantel argentino que desorientado apeló, como lo hace muy pocas veces, a un juego brusco que terminó con la expulsión de Di María en una acción que agotó todos sus recursos futbolísticos.
Botero rubricó la imparable ofensiva boliviana con dos goles que pintaron de cuerpo entero su calidad a los 51 y 66 minutos.
Aunque sobre el final Didí Torrico le dio otra alegría a la enfervorizada tribuna para concretar una histórica goleada sobre el equipo de Maradona y su corte que llegó al estado Hernando Siles para ser el espectáculo del encuentro pero que terminó con la cabeza gacha y sin explicaciones para su desempeño.
SÍNTESIS:
BOLIVIA(6): Arias; Ribeiro, Peña, Rivero, Reyes (García); Reyes, García (Flores), Torrico, Da Rosa (Saucedo); Botero, Martins.
DT: E. Sánchez.
GOLES: Botero (33', 54', 65') Martins (11'), Da Rosa (45'), Torrico (87'),
ARGENTINA (1): Carrizo; Zanetti, Demichelis, Heinze, Papa; Mascherano, Gago, Rodríguez (Di María), Gonzalez (Angeleri); Messi, Tevez (Montenegro).
DT: D. Maradona.
GOLES: González 24'
TR: Angel Di María de Argentina.
ÁRBITRO: Martín Vásquez (URU)
ESCENARIO: Hernando Siles de La Paz (Bolivia)
Ovacion
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