Alexis Sánchez, Humberto Suazo (penal) y Matías Fernández convirtieron los goles chilenos, mientras que Johan Fano anotó el descuento para el Perú.
No hay equipo. No hay entrenador. Mucho menos dirigentes. Tres verdades tan evidentes como el bochorno de hoy y, sin embargo, ni una sola novedad. Perdimos. Como casi siempre. Perdimos mucho más que un partido, casi hasta se nos acabó la vergüenza. Chile nos ganó 3-1 y si después de esto alguien vuelve a hablar de Sudáfrica, que lo encierren.
La distancia entre Chile y Perú hoy -no en la historia, sino hoy- es, por ejemplo, la distancia que existe entre Bielsa y Del Solar, para no hablar de dirigentes porque hasta la comparación, en ese caso, ofende. Entre el técnico de ellos y el nuestro hay mucho más que una diferencia de apuesta, de inversión. Por eso, en la noche del Monumental vimos a un equipo que sabía cómo jugaba (pero pese a eso nos mató igual) y otro que solo tenía como norte ir hacia adelante como fuese. Como los equinos en el hipódromo, solo faltaron las anteojeras. Si hubo en verdad, algún atisbo de estrategia, esta desapareció primero con el gol 'de camarín' de Sánchez, y luego cuando con diez se tuvo que buscar la igualdad. Allí Perú terminó de tirar el pizarrón a un lado de la calle. Zambrano de atacante, Rodríguez como volante, solo dos hombres en el fondo. ¿Chávez titular? ¿No era suficiente con convocarlo para denotar nobleza? ¿Prado lateral derecho? ¿No era preferible Corzo? ¿O convocar a Guizasola? Ariba hasta Ysrael Zúñiga o el 'Checho' Ibarra son opciones más serias, no se ría, que Chávez o Alva. Hoy la polémica decía que debíamos elegir entre estos dos últimos cuál debía jugar. Eso, de por sí, ya define el nivel, ¿verdad?
Lo que hicieron Mark González y Alexis Sánchez como atacantes a la antigua (jugaron como punteros izquierdo y derecho) fue 'una maldad. No solo Prado tuvo problemas para frenar al jugador del Betis. Vargas hizo uno de sus peores partidos con la selección enfrentando al hombre de Udinese. Y en mitad de cancha ni Miguel Torres ni Luis Ramírez trascendieron porque Cereceda e Islas trabajaron muy bien por las bandas. Entonces todo quedó supeditado a esfuerzos individuales, y en elllos, Fano sobresalió no solo por el gol, sino por lo que trasunta, por la fuerza de espíritu que permite perdonarle cualquier limitación de otra índole. Si algo podemos agradecer al escándalo del Golf, es haber descubierto a Fano, porque de otro modo jamás Del Solar lo hubiese dejado pisar la Videna.
Lo de Solano es irreprochable. Pero ¿apostando por él como improvisado enganche, se puede aspirar a algo serio? Si hay algo que casi todas las selecciones sudamericanas han mostrado es que cuando no hay individualidades hay un esquema que disimule lo menesteroso de la oferta. Y todas tienen más puntos que nosotros. Este Perú no tiene neuronas ni músculo, es un híbrido. Y no es porque no estén los castigados, con ellos también siempre nos fue mal en la suma general.
Perú hoy no solo necesita extemporáneos proyectos a largo plazo promovidos por los ajenos a la verguenza de siempre, necesita un proyecto de corto plazo, necesita una apuesta atrevida, como la de Chile. Un millón de dólares al año vale la pena pagarlo para darle vida a una ilusión. Pero no para traer aventureros foráneos. Hiddink, Capello, Bianchi son entrenadores que pueden provocar risa mirando nuestra realidad, pero en Chile también la provocaba Bielsa hasta que un día llegó. Necesitamos dirigentes que tengan capacidad de emprender un desafío con ingenio. Aunque, a decir verdad, nos conformaríamos con que al menos tuvieran idea de qué es una pelota y no un pasaporte lleno de sellos o una tarjeta de crédito dorada de consumo libre y pagado por Conmebol. No hay forma de sacarlos, es verdad, pero hoy más que nunca, cuando todas las demás ilusiones se han terminado de desvanecer, esa está más viva que nunca.
Hay que pensar en Brasil. Y doblemente. En ese partido tortuoso que nos espera el miércoles ante un rival que viene de cinco empates seguidos. Sin Vargas, sin De la Haza, suspendidos. Con Solano que 'echo el resto' hoy y si juega 45' es mucha suerte a mitad de semana. Podríamos decir también sin entrenador, pero ese problema no es nuevo, en realidad viene de años atrás, mucho antes de tener a Del Solar en el banco. Ser últimos no es el final de esta historia. No es el sacudón postrero que da fin a la pesadilla.
Al fin y al cabo lo más terrible, es que lo que viene puede ser mucho peor.
La distancia entre Chile y Perú hoy -no en la historia, sino hoy- es, por ejemplo, la distancia que existe entre Bielsa y Del Solar, para no hablar de dirigentes porque hasta la comparación, en ese caso, ofende. Entre el técnico de ellos y el nuestro hay mucho más que una diferencia de apuesta, de inversión. Por eso, en la noche del Monumental vimos a un equipo que sabía cómo jugaba (pero pese a eso nos mató igual) y otro que solo tenía como norte ir hacia adelante como fuese. Como los equinos en el hipódromo, solo faltaron las anteojeras. Si hubo en verdad, algún atisbo de estrategia, esta desapareció primero con el gol 'de camarín' de Sánchez, y luego cuando con diez se tuvo que buscar la igualdad. Allí Perú terminó de tirar el pizarrón a un lado de la calle. Zambrano de atacante, Rodríguez como volante, solo dos hombres en el fondo. ¿Chávez titular? ¿No era suficiente con convocarlo para denotar nobleza? ¿Prado lateral derecho? ¿No era preferible Corzo? ¿O convocar a Guizasola? Ariba hasta Ysrael Zúñiga o el 'Checho' Ibarra son opciones más serias, no se ría, que Chávez o Alva. Hoy la polémica decía que debíamos elegir entre estos dos últimos cuál debía jugar. Eso, de por sí, ya define el nivel, ¿verdad?
Lo que hicieron Mark González y Alexis Sánchez como atacantes a la antigua (jugaron como punteros izquierdo y derecho) fue 'una maldad. No solo Prado tuvo problemas para frenar al jugador del Betis. Vargas hizo uno de sus peores partidos con la selección enfrentando al hombre de Udinese. Y en mitad de cancha ni Miguel Torres ni Luis Ramírez trascendieron porque Cereceda e Islas trabajaron muy bien por las bandas. Entonces todo quedó supeditado a esfuerzos individuales, y en elllos, Fano sobresalió no solo por el gol, sino por lo que trasunta, por la fuerza de espíritu que permite perdonarle cualquier limitación de otra índole. Si algo podemos agradecer al escándalo del Golf, es haber descubierto a Fano, porque de otro modo jamás Del Solar lo hubiese dejado pisar la Videna.
Lo de Solano es irreprochable. Pero ¿apostando por él como improvisado enganche, se puede aspirar a algo serio? Si hay algo que casi todas las selecciones sudamericanas han mostrado es que cuando no hay individualidades hay un esquema que disimule lo menesteroso de la oferta. Y todas tienen más puntos que nosotros. Este Perú no tiene neuronas ni músculo, es un híbrido. Y no es porque no estén los castigados, con ellos también siempre nos fue mal en la suma general.
Perú hoy no solo necesita extemporáneos proyectos a largo plazo promovidos por los ajenos a la verguenza de siempre, necesita un proyecto de corto plazo, necesita una apuesta atrevida, como la de Chile. Un millón de dólares al año vale la pena pagarlo para darle vida a una ilusión. Pero no para traer aventureros foráneos. Hiddink, Capello, Bianchi son entrenadores que pueden provocar risa mirando nuestra realidad, pero en Chile también la provocaba Bielsa hasta que un día llegó. Necesitamos dirigentes que tengan capacidad de emprender un desafío con ingenio. Aunque, a decir verdad, nos conformaríamos con que al menos tuvieran idea de qué es una pelota y no un pasaporte lleno de sellos o una tarjeta de crédito dorada de consumo libre y pagado por Conmebol. No hay forma de sacarlos, es verdad, pero hoy más que nunca, cuando todas las demás ilusiones se han terminado de desvanecer, esa está más viva que nunca.
Hay que pensar en Brasil. Y doblemente. En ese partido tortuoso que nos espera el miércoles ante un rival que viene de cinco empates seguidos. Sin Vargas, sin De la Haza, suspendidos. Con Solano que 'echo el resto' hoy y si juega 45' es mucha suerte a mitad de semana. Podríamos decir también sin entrenador, pero ese problema no es nuevo, en realidad viene de años atrás, mucho antes de tener a Del Solar en el banco. Ser últimos no es el final de esta historia. No es el sacudón postrero que da fin a la pesadilla.
Al fin y al cabo lo más terrible, es que lo que viene puede ser mucho peor.
SÍNTESIS:
PERÚ (1): Butrón, Prado, Rodríguez, Zambrano, Vargas, R. Torres, Solano (Sánchez, 78'), M. Torres (De La Haza, 45'), Chávez (Alva, 59'), Ramírez, Fano
D.T.: José del Solar
GOLES: Fano (33')
T.A.: Zambrano, Ramírez, Vargas, De La Haza
T.R.: Vargas (52')
CHILE (3): Bravo, Isla (Contreras, 62'), Ponce, Jara, Cereceda, Carmona (Estrada, 75'), Beausejeur, Fernández (Tello, 71'), Sánchez, González, Suazo
D.T.: Marcelo Bielsa
GOLES: Sánchez (1'), Suazo (penal, 31'), Fernández (69')
T.A.: Sánchez, Carmona
ÁRBITRO: Carlos Amarilla (bien)
ESCENARIO: Estadio Monumental (Ate)
ASISTENCIA: Unos 45 mil espectadores aprox.
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